Heritage

Las “Scuole Grandi” (“Escuelas Grandes”) en Venecia

Reconocidas como máximas instituciones sociales de la Serenissima, la Scuola di Santa Maria della Misericordia junto a la de San Marcos, de San Roque, de San Juan Evangelista, de Santa María de la Caridad, de San Teodoro y de los Carmeni constituían las siete “Scuole Grandi” de Venecia de las que eran parte, sobre todo, exponentes relevante de la ciudadanía.

Creadas en la Edad Media como un concepto laico de devoción y solidaridad, las “Scuole Grandi” desempeñaron un papel fundamental en el tejido social, político y religioso de la República de Venecia. En el siglo XVI el nivel de riqueza y de influencia que alcanzaron era tan importante en la comunidad que fueron integradas en el marco social de la Serenissima, con un papel destacado en las ceremonias de estado.

Legados, donaciones y cuotas de los miembros favorecieron el desarrollo de las cofradías aunque las finalidades de orden religioso no faltaron nunca. Las ganancias se usaron para financiar obras de caridad: hospitales, casas para los cofrades, distribución de los bienes y servicios fueron tan solo algunas de las acciones de caridad de las Escuelas, que se convirtieron en un sistema de garantías sociales para los ciudadanos.

La Scuola Vecchia

La sede en origen de esta escuela fue edificada en estilo gótico a partir de 1308 en Campo dell’Abbazia, donde se encuentra todavía actualmente. La posición social compleja de las escuelas, como representantes de una clase rica y activa pero sin poder, ponía la cuestión sobre el lenguaje arquitectónico. Los miembros de la Cofradía plantearon inmediatamente las grandes ambiciones arquitectónicas del proyecto: un edificio majestuoso, que difundiese la propia imagen más allá de la ciudad, no solamente en Italia, sino también en toda la cristiandad. La Misericordia, ampliada varias veces a lo largo del siglo XV, hacia finales de dicho siglo propuso por primer vez la reconstrucción de su sede en otro lugar, para poner a disposición de sus miembros cada vez más numerosos un lugar más grande y prestigioso. A principios del siglo XVI se eligió el proyecto de Alessandro Leopardi, pero la derrota de Agnadello (1507) impuso una parada marcada a la Serenissima y a las obras que se reanudarían solamente dos décadas después.

Jacopo Sansovino y la Scuola Nuova

Llegado a Venecia tras el Saqueo de Roma, el arquitecto y escultor florentino Jacopo Sansovino obtuvo el proyecto para la construcción de la “Scuola Nuova” también por la estima de Andrea Gritti. El Doge (Dux) le consideró la figura perfecta para actuar su proyecto de renovación arquitectónica de la ciudad de la laguna. La novedad creció entre obstáculos y dudas y el edificio permaneció inacabado. Iniciada en 1532, la imponente estructura cuadrangular estaba marcadamente influenciada por el clasicismo romano, que el gran arquitecto había podido conocer mediante las obras de Bramante, Rafael y Sangallo. Sansovino consiguió otorgar una gran armonía a todo el conjunto: proyectó el interior según el esquema de la basílica romana pero manteniendo el modelo tradicional de las escuelas venecianas de devoción. Los interiores, completados únicamente tras la muerte del autor, estaban repletos de obras de arte, dignas de la importancia de la Scuola Grande veneciana. Veronese, Zanchi, Lazzarini, Pellegrini y no por ser el último Domenico Tintoretto, hijo del famoso Jacopo, fueron solamente algunos de los nombres que firmaron las decoraciones de un edificio que, actualmente, sigue conservando la fascinación y el prestigio con los que fue concebido. Existen también algunos dibujos atribuidos a Palladio que, se cree, representen la Scuola Grande della Misericordia.

La Misericordia en la edad moderna

La compleja vicisitud de la Scuola Grande della Misericordia continuó en los siglos sucesivos. Inacabada cuando falleció Sansovino, la “fábrica” se inauguró solamente en 1583, aunque las intervenciones de acabado del edificio siguieron a lo largo de otros dos siglos. El final de la Serenissima obligó a los cofrades a abandonar la sede. Desde inicios del siglo XIX, la escuela se destinó a varios usos: en primer lugar se convirtió en alojamiento militar, luego en almacén y, por último, en Archivo de Estado.

A partir de 1914 fue el eje de la actividad pedagógica y deportiva de la sociedad de gimnasia Costantino Reyer que, a pesar de las numerosas dificultades logísticas, la convirtió en el templo del deporte veneciano. La relación singular entre la Scuola Grande y la Reyer marcó un hito en el baloncesto, un deporte llegado a Italia, precisamente a Venecia, que acabó por caracterizar la identidad de la sociedad y adaptar los espacios de la Misericordia. La primera planta del edificio con la cancha de juego y sus famosas gradas de madera se consagró como uno de los templos del baloncesto, no solamente por ser el marco de desafíos épicos sino también por sus espacios excepcionales. El gimnasio Reyer permaneció en la Misericordia hasta 1991 cuando el Ayuntamiento de Venecia confió a Giovanni Battista Fabbri la restauración del edificio que, sin embargo, no se concluyó nunca. Las obras se concluyeron solamente en 2015 gracias a un nuevo proyecto de recuperación de la Scuola Grande firmado por el arquitecto Alberto Torsello.